domingo, 28 de septiembre de 2014

DE LAS PALABRAS A LOS HECHOS HAY UN LAAAAAAAAARGO TRAYECTO

Hoy el Evangelio nos brinda la parábola de Los dos hijos.
 
 

En ella, un padre le pide a ambos hijos que vayan y trabajen en la viña (=Lugar donde se dan las uvas... Por si alguien no lo sabe).
Un hijo le dijo "No", pero luego se lo pensó, fue y trabajó. Después de decir “No quiero”, se arrepiente y le hace caso a su padre. Es capaz de darse cuenta de que no ha hecho bien, piensa en ello y se arrepiente. Y no solo lo piensa, sino que decide cambiar. Decide hacer lo correcto. Su vida cambia. El otro hijo le dijo "Sí", pero no fue.
 
Si sabemos "leer" bien esta parábola, los dos hijos somos todos porque unas veces somos uno y otras veces el otro.
Al contar esta historia, Jesús desea que nos demos cuenta de que lo que hacemos es más importante que lo que decimos que vamos a hacer. Jesús desea que contestemos ¨Sí" cuando dice "Ámense los unos a los otros", pero lo que realmente desea es que nos amemos los unos a los otros. Jesús desea que le contestemos "Sí" cuando él dice "Sígueme", pero lo que realmente desea es que le sigamos.
 
Todos y cada uno de nosotros tenemos que aprender mucho de Jesús para ser capaces de reconocer que a veces nos equivocamos y para ser capaces de cambiar lo que sea necesario en nuestra vida para que sea más mejor, para nosotros mismos, para los demás y para todo el mundo mundial.
 
Y es que el amor se demuestra amando.
 

No hay comentarios :

Publicar un comentario